domingo, 20 de octubre de 2019

[SNL] Consejos para el ama de casa

En este ejercicio de práctica, tomaré un sketch del programa Saturday Night Live y lo adaptaré libremente a un medio teatral minimalista hispanohablante.



Consejos para el ama de casa

Secuencia basada en el sketch de SNL


Una mujer busca asesoramiento para ser mejor ama de casa. Por error, contrata a una dominatriz de sadomaso.

PERSONAJES
Rosi: ama de casa sumisa.
Dominatriz: bajo el abrigo, lleva un traje de cuero negro y una fusta.


 

 
[Un salón de casa con cocina. Revista hippie. Perchero. Mesa con mantel y platos que no importe romper (o sean irrompibles).]
ROSI.- [Al teléfono] Además, no le gusta mi café. Nunca pide repetir. Pero da lo mismo, todo eso va a cambiar. ¿No te lo dije? Bueno, pues busqué en una de las revistas de mi hija, y en la sección de clasificados estaba un anuncio de una mujer que te atiende en casa. [Suena el timbre] ¡Adelante! Sí, sí, la he contratado. ¡Pase, está abierto! Oye, Matilde, ¿te importa esperar un segundo?
DOMINATRIZ.- [Entra muy amable y educada] Buenos días. ¿Es usted doña Rosenda?
ROSI.- Sí, pero llámeme Rosi. Usted debe ser la señora Zurriago.
DOMINATRIZ.- Disculpe mi tardanza, perdí el autobús. Podemos empezar cuando usted guste.
ROSI.- Claro, deje las cosas ahí mismo, donde el perchero.

[Dominatriz va con una sonrisa al perchero. Mientras Rosenda habla, ella se quita el abrigo y deja ver un uniforme de sadomaso de cuero negro, completo con su fusta para dar latigazos. A partir de este momento, hablará en un tono autoritario e intimidante.]
ROSI.- Matilde, oye lo que dice el anuncio: "Obsesa de la limpieza. Te daré una lección de cómo limpiar bien que nunca olvidarás. Muy estricta. Disciplina inglesa." Claro, porque los ingleses trabajan muy bien. Espera, que sigue: "Todas las formas de S y M." ... Supongo que será de Salpicar y Mojar. ... 50 euros a la hora. Si lo piensas, no es tan caro, porque me va a enseñar a adecentar mejor la casa. Ya te contaré más tarde, hasta luego. [Cuelga y se dirige a la Dominatriz sin haberla visto] Bueno, manos a la... [La ve y se asusta aunque no reconozca el traje] obra.
DOMINATRIZ.- Rosi, no fue muy considerado de tu parte el tenerme esperando.
ROSI.- Eh... ¿Siempre lleva ese traje cuando va a trabajar?
DOMINATRIZ.- No me dijiste qué querías que trajera. Si lo que llevo no te gusta, siempre me lo puedo quitar.
ROSI.- No, da igual. Verá, estaba preguntándome... Tampoco importa tanto... ¿Por dónde quiere empezar?
DOMINATRIZ.- Empecemos por el suelo. Míralo, Rosi.
ROSI.- [Lo mira feliz] Vale.
DOMINATRIZ.- [Arrodilla a Rosi a la fuerza] ¡Que lo mires! [Apoya una rodilla sobre la espalda de Rosi] ¡Dime qué ves!
ROSI.- Veo mugre.
DOMINATRIZ.- Es porque no recoges el polvo antes de fregar. ¿Para qué está la aspiradora? [Golpea el suelo con la fusta. Levanta a Rosi.]
ROSI.- Bueno, es que la bolsa de la aspiradora ya no da para más y nunca me acuerdo de ir a comprar recambios...
DOMINATRIZ.- ¿Y qué pasa? ¿Que no sabes usar la escoba?
ROSI.- Señora Zurriago, me alegra mucho que haya venido, porque quería hablarle de mis platos. En el estante de allá tengo mis platos de todos los días, y esto de aquí es mi vajilla buena.
DOMINATRIZ.- [Agarra un plato] Aquí no puedo ver mi reflejo. Te mereces un castigo.
ROSI.- ¿En serio?
DOMINATRIZ.- Sí. [Arroja el plato lejos y suena a roto. Tira del mantel y caen todos los platos de la mesa]
ROSI.- Por favor, señora Zurriago...
[Se acerca mucho]DOMINATRIZ.- ¡Agh, qué aliento más horrible!
ROSI.- Pero si uso enjuague bucal.
DOMINATRIZ.- Por eso huele a medicamentos. [Silencio, mira abajo]
ROSI.- ¿Qué? ¿Qué pasa ahora?
DOMINATRIZ.- Mira estas rodillas. Todas arrugadas. [Levanta la falda de Rosi con la fusta] Parecen rodillas de elefante. [Atiza a Rosi en la pierna]
ROSI.- ¡Ay! ... Señora Zurriago, tiene razón. Soy un fracaso como ama de casa. Mis hijos nunca entran corriendo para decirme: "Mamá, ¿ya está la sopa?" Y mi marido nunca me ha estrechado en sus brazos ni ha dicho: "Es mi esposa, mejor me quedo con ella."
DOMINATRIZ.- ¡Escoria! [La golpea con una mano en el vientre]
ROSI.- ¡Ay! [Se aleja, pero la Dominatriz la sigue]
DOMINATRIZ.- ¡Las patatas fritas te quedan grasientas, las lentejas se te deshacen y tus ensaladas tienen bichos!
ROSI.- ¡Señora Zurriago, por lo que más quiera! ¡Enséñeme a ser como usted, se lo ruego!
DOMINATRIZ.- Miserable insecto... ¿Cómo osas pensar que alguna vez podrías llegar a ser como yo? En 22 años de matrimonio, jamás he quemado un huevo frito.
ROSI.- [Se aferra a la pierna de la Dominatriz] ¡Señora Zurriago, por favor! ¡Ayúdeme con las ventanas!
DOMINATRIZ.- [Se dirige al perchero para vestirse] Doña Rosenda, cuando hablamos por teléfono dijo que me pagaría 50 euros la hora, más el transporte. Por esa suma, estoy dispuesta a hacer determinadas cosas. No obstante, me temo que debo finalizar aquí nuestro acuerdo. [Se detiene ante la salida] Yo no limpio ventanas. [Se va]

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