jueves, 8 de agosto de 2019

Yojimbo / Por un puñado de dólares



Vista Yojimbo (A. Kurosawa), me animé a ver Por un puñado de dólares (S. Leone) para fijarme en las similitudes y diferencias. Ya las había visto hace años, pero sin la percepción que poseo ahora.
Me gustan por igual.

Yojimbo es una joya eterna. Tiene lo fascinante de ser la adaptación primerísima de la novela original. Adoro las películas en blanco y negro, porque como te muestran la pura señal de luminancia, se esfuerzan en preparar una iluminación más contrastada. Todo se ve con menos «sabor», pero con una muy superior textura y nitidez.

En cambio, lo que me más gusta de Por un puñado de dólares es cómo no es una copia sin esfuerzo, sino que aspiró a corregir en su guion las partes más flojas del original.
Un ejemplo: el gringo está encerrado y aprovecha los elementos con los que está preso para atacar a los guardias. ¡Qué listo! Puede no convencerte cómo aprovecha esos elementos, pero al menos no ha hecho como el de la japonesa, que nada más se mete en un arcón y los guardianes se van a buscarle dejando la puerta abierta.
Otro ejemplo: en Yojimbo, Sanjuro vuelve tras haber devuelto a la mujer secuestrada con su familia. Pero a la otra escena se delata porque el marido había vuelto para dejarle una nota de agradecimiento. Una nota con las letras bien grandes, que los malos leen. Ya te habías alegrado por la familia salvada, pero la torpeza del marido hace que el bueno reciba una paliza. Por su parte, Joe regresa de haber reunido a Marisol con su familia; pero los malos estaban esperando en el dormitorio, donde se supone que estaba durmiendo.
No son sorpresas gratuitas, sino reveses necesarios para que el protagonista siga estando en peligros imprevistos. Estos cambios le dan vida a la historia, apuntando a un virtuosismo aún mayor y permitiendo que incluso los que conozcan el filme de Kurosawa sientan un poco de emoción ante la incertidumbre. ¿O acaso Juego de tronos habría tenido emoción de haber sido una sitcom de los 80?

En cuanto a los finales, disfruté bastante más el de la nipona porque Back To The Future me estropeó el final de Por un puñado de dólares. Sabiendo la estratagema de «¡Dispárame al corazón!», se me hace bastante más catártica la batalla de espadas.
Además, se agradece que en la japonesa también aprenda una lección el muchacho de la primera secuencia. Te da que pensar. ¿Y si el objetivo ulterior de todo el revuelo de Yojimbo sirve para encauzar a ese joven a una vida decente?

Dos joyas únicas. Puestas en perspectiva, tan importante la una como la otra. Si pongo en la cabecera el remake, es puramente por la música de Ennio Morricone.

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