El perro abandonado dentro de la casa tiene que saltar por la ventana y preocuparse por haberla dejado abierta.
Es mediodía, tiene que comerse a un humano. Al otro lado del sendero, dos personas; morderá a la primera. El camino solía estar poblado de perros amigos del refugio, pero ahora sólo pasan los comprados con certificado.
La primera persona se acerca. Es su anterior amo.
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