LECHUGAS LADRONES LÁMPARAS LÁZARO LECHE LECHUZAS LANZAS LORZAS LENGUAS LIMO LOAS LASCIVOS LIMONES LIMITACIÓN LATAS LISO LIMBOS LENGUARACES LOBOS
El viaje
Como una cuadrilla de ladrones al amparo de la noche, Lázaro y yo emprendimos el viaje al Bosque de las Lanzas, llamado así por las malas lenguas que hablaban de lascivos lobos. Aquello parecía un limbo de arbustos, pero por suerte no había latas y el terreno estaba liso. Ninguna limitación a la vista.
A mitad de camino, bebimos agua de limones a la luz de nuestras lámparas, pues la leche la habíamos tenido que ceder a los vecinos lenguaraces. ¡Loas a aquellos que saben, y a los que nos guían más allá del limo!
Con nuestras lorzas ya asomándose por encima del pantalón, llegamos a los árboles. Resulta que no eran árboles con lechugas. Eran árboles con lechuzas.
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