jueves, 25 de febrero de 2016

Cómo hacer un martillo de Thor

Originalmente publicado en SoyFanático.cl
el 6 de enero de 2016.


El Mjölnir, el martillo de uru, es imprescindible en cualquier cosplay del Poderoso Thor. Ahora bien, si intenta comprarlo en cualquier tienda, le darán un Chipote Chillón. O en peor de los casos, un martillo pilón. Desaconsejamos el uso de martillos pilones para el disfraz de Thor; a no ser que tenga unos músculos divinos.



Lo primero que necesitamos es un tetrabrik de leche (nunca de vino). Procedemos a vaciar su contenido. Si tiene intolerancia a la lactosa, adopte a un gato y se beberá la leche por usted. Adóptelo. No lo compre. Hay miles de refugios llenos de animales hacinados que buscan cariño. A la mayoría les espera la muerte, por su culpa. Por comprar en vez de adoptar. Por el maldito pedigree. Racista asqueroso y  endógamo.
Luego de que el gato se beba la leche, le quedará un tetrabrick vacío, al que debe pegar a los extremos unas extensiones trapezoidales que resistan posibles golpes y a la vez sean impermeables y livianas. Si no sabe cómo hacerlas, no merece ser llamado marvelita.



Pintada la cabeza del martillo, inserte un rollo de papel de cocina y píntelo de amarillo con franjas negras. Será el mango. Si no tiene un rollo de papel de cocina, use varios de papel higiénico y haga las franjas negras con cinta de carretero.
Marcando un agujero en la cabeza, podremos insertar el mango. Pero antes, aplique pegamento en la punta, o habremos creado una zambomba. En tal caso, nunca la sacuda dando la espalda, o dará una impresión aún más violenta.

A continuación, para la correa servirá una de perro. Sabemos que acaba de adoptar un gato, pero adopte ahora a un perro. Tendrá que comprar dos correas, una de cadena para pegar al interior del cilindro de cartón, y otra para el perro. Esta puede comprarla como más le guste, pero no le recomendamos de las extensibles, porque el bicho se educará sin límites y se creerá que puede hacer lo que quiera, y no puede ser.



Por último, ajuste la correa por el interior del mango. Ahora está a sólo dos años de gimnasio de ser el Poderoso Thor.

¡Convoque las tormentas cuando lo avise el servicio meteorológico!
¡Vuele a través de los Nueve Reinos en bicicleta!
¡Túmbese en el suelo para que al arrojar el martillo vuelva a usted!

Pero repetimos, no lo intente con un martillo pilón. O acabará en la cárcel, entre unos presos hacinados que adorarán sus divinos músculos.

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