viernes, 6 de septiembre de 2019

[Sueño] La Habitación Azul de Twin Peaks?!

Este sueño vino después del publicado ayer, pero tiene su propio interés cultural. Quien ame Twin Peaks, me va a entender.




Yo era James Hurley, pero solamente lo fui en el umbral de la puerta del Roadhouse. Era una doble puerta, con una luz roja pastosa. Dos tipos inconscientes en el suelo.
Al entrar, yo —ya yo— pensaba que el interior del Roadhouse iba a ser como la Habitación Roja: cortinas rojas, sillones de lujo, etc. En la serie no lo es, pero aquí yo buscaba algo como el Estupenda Café Bar de Madrid.
Y no, no lo era. En lugar de haber cortinas rojas de telón de teatro, había unas cortinas azules de las plegables que ponen en el bazar chino para que no se escape el frío de la sección de congelados. Esos simulacros de cortina ni siquiera ocupaban toda la pared. Había una cada dos metros, y dejaban ver unas paredes blancas que se intentaban disimular con proyectores de luz azulada. Y en lugar de haber unos pocos sillones de lujo, la estancia estaba llena de sofás blandurrios de los que a veces te encuentras al lado de la basura.

A esta altura, el sueño era una reposición de Twin Peaks. Había vuelto a verlo desde el principio y me alarmó que el Roadhouse estuviera tan cambiado. ¿Esto se debía a la información nueva de la temporada de 2017, o eran escenas nuevas que sustituían a las antiguas? Por suerte, al fondo de la sala, detrás de la única mesa bonita, estaba David Lynch.
Era un Lynch complaciente, porque respondió mi pregunta de forma directa. Según me dijo, esta escena no había cambiado por efecto de algún retcon, sino que, efectivamente, eran escenas filmadas en la actualidad que sustituían a las de los años noventa. Este hecho no me calmó del todo, pero a la hora de teorizar sobre una obra cultural, siempre es tranquilizante conocer «la palabra de Dios».

Cuando ya me iba, Lynch me empezó a pedir que rellenase un formulario impreso para saber mis impresiones del local. Tenía que poner en cada cuadro una letra Y o una letra N según Yes o No. Me hubiera gustado recordar sus palabras exactas, pero había tanto ruido que ni siquiera oía el timbre de su voz. Solamente la Yes y la No. Esta nueva habitación era tan cutre que faltaban hasta los subtítulos.

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