lunes, 5 de agosto de 2019

Exiliado

Imagina que te han exiliado de tu país. Jamás podrás volver. De vez en cuando coincides con algún compatriota, pero en general sólo puedes contar con tus nuevos vecinos. Y tus nuevos vecinos, con su mejor intención, son de lo más distraído.

Entonces comienzas a contar historias de tu cultura. Pero cada vez que mencionas algo ajeno a la cultura presente, hay quien se enfada, hay quien no entiende.

Unas veces intervienen para desviar la conversación a algo que sí conocen.
Otras, te dejan terminar de hablar, pero sus consiguientes preguntas dan vueltas al tema hasta que te quedas sin vocabulario. Tienes que hablar de algo parecido a lo que querías decir, por lo que ellos entienden algo parecido a lo que quieren entender.

Por lo menos disfrutan la charla.

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