sábado, 31 de agosto de 2019

[Sueño] Cualquier comida del mundo

El reino onírico es virtualmente infinito, pero ya era de noche cuando encontré la tienda donde venden cualquier comida del mundo. Es un local medianamente grande, con amplias ventanas. Se parece a una charcutería, pero con variedad en los mostradores y mejor iluminación. Si no encuentras lo que buscas en los estantes, significa que está en el almacén.

Hay un señor que atiende todo detrás de un mostrador, y varias veces al día monta un sorteo con regalos. Me apresuré a ponerme en la fila sin saber bien qué quería pedir, por eso me distraje en el último momento y me llegué a alejar un metro de la fila. Estaba concentrándome en pensar qué se me antojaba de verdad, sin dejarme llevar por caprichos de rarezas exóticas.
Ante mi breve ausencia, el señor de la tienda empezó a anunciar un sorteo, pero intervine y me atendió de inmediato. Le pedí un plato de rodajas de pepino mezcladas con rodajas de cebolla. Todo crudo. Eso era exactamente lo que quería, y el buen hombre me lo sirvió con aceite de oliva y una barra de pan para mojar.

El epílogo del sueño soy yo comiendo satisfecho.

viernes, 30 de agosto de 2019

Murciélagos en el umbral de la madrugada


Al final de la avenida hay un círculo de cien metros donde cabe todo. Una rotonda, precedida por una carretera, flanqueada por un parque arbolado y una finca ganadera.
A esa hora de la noche que aún no llamo madrugada, viven los murciélagos.

A diferencia de las bandadas de murciélagos de las películas, los murciélagos de esta avenida no eclipsan el cielo. Viven en este círculo como un banco de peces de las profundidades, sin agua que los sostenga. Como pájaros que ya se tuvieran todo dicho, improvisando una danza sigilosa, sólo apta para quien ose entrar a escena. Tú también tienes que integrarte con la danza, caminando a través con confianza en ellos pero sin pedir que adivinen tus movimientos. No hay que confundir la fe con la exigencia.

Los murciélagos no se te acercan por faltarte al respeto, como algunos primates al volante de un coche. Los murciélagos se te acercan tanto porque confían en los demás tanto como en ellos mismos.

jueves, 29 de agosto de 2019

Pleno en marcha

Las sillas y mesas dan una ilusión de permanencia nada sana.
Los plenos de ayuntamiento deberían hacerse en un autobús.


miércoles, 28 de agosto de 2019

[Microrrelato] Perro abandonado dentro de la casa


El perro abandonado dentro de la casa tiene que saltar por la ventana y preocuparse por haberla dejado abierta.

Es mediodía, tiene que comerse a un humano. Al otro lado del sendero, dos personas; morderá a la primera. El camino solía estar poblado de perros amigos del refugio, pero ahora sólo pasan los comprados con certificado.
La primera persona se acerca. Es su anterior amo.

martes, 27 de agosto de 2019

Subtítulos y la brevedad

A veces, como afición, traduzco subtítulos de series que nunca se van a licenciar. Como escritor, el hábito me benefició.

En los subtítulos, lo normal es que no siempre quepa todo lo que tienes que poner en ese segundo y medio. Tendrás que hacer malabarismos, incluso anexionar la línea de detrás o de delante. Todo por ser fiel a lo que hubieran escrito los guionistas originales si en vez de ser de Osaka fueran de Móstoles.

Así, haciendo un leve esfuerzo un línea tras otra, empiezas a dominar el arte de la síntesis. Han pasado unos meses y sabes calcular al peso la potencia de una palabra.
Puede que la primera vez que gané un concurso de microrrelatos fuera por hablar de temas mesiánicos, pero yo pongo mi apuesta en la elección en el momento preciso de la palabra quebrar. En la combinación de contexto, tremendismo solapado, brevedad y café.

Además, como tienes que fijarte en cada línea de diálogo, eres capaz de analizar los trasfondos y estructuras más a fondo. Incluso de los peores capítulos puedes aprender. Siempre llega ese momento en el que dices: «Oh, no... ¡Esto me recuerda al episodio del malo que se disfraza de la hermana pequeña!» Y ya no cometes el mismo error.

Por último, en un mundo donde es difícil aquietar la mente y disponer el ánimo para la escritura, traducir subtítulos te permite practicar la escritura sin que entorpezca el autojuicio. Todo lo que vayas a escribir ya se le ocurrió a otro. No te preocupes de la reputación que te vaya a dar el resultado, aún no he conocido a nadie que haya ligado por estar en un fansub.
Puedes olvidarte de la buena marcha de la trama, porque lo que los personajes necesitan de ti es que transmitan la emoción adecuada en cada escena.
Pequeños objetivos que dan grandes frutos. Microgestión desapasionada y altruísta de unas tareas que necesitas ejercitar.

Y además, habrá más gente que pueda ver las series que te gustan.
Al fin y al cabo, escribes lo que escribes porque crees en su importancia, ¿no?

lunes, 26 de agosto de 2019

[Microrrelato] +

Los clavos están en su sitio. Los ojos sedientos de más. Hay más locura que arena, sólo de alivio el sudor. La sangre cubre las almas, justo para limpiarlas.
Nunca tres martillazos habían quebrado un imperio.


Ganador del IV Maratón de Microrrelatos de Navacerrada (2015).

domingo, 25 de agosto de 2019

[Microrrelato] Salir del caserón

Llueve dentro de la casa. El tejado es una ruina. Ayudo al anciano a salir al patio. Fuera llueve menos. Vuelvo al recibidor para entregarle su impermeable. No parece oír más que el plomizo contra el plástico amarillo. Para que me escuche, le quito la capucha, y veo que también llueve bajo sus párpados. Le devuelvo el reloj, y escampa. Me arrodillo ante él, y le pregunto si ya está listo para irse. Asiente, y expulsa de sus bolsillos arena ensangrentada. Le guío fuera del caserón. Me gusta que mis clientes se retiren de la vida con la conciencia en paz.



Seleccionado en el IV Maratón de Microrrelatos de Navacerrada (2015).

sábado, 24 de agosto de 2019

[Microrrelato] Bellotero Noir

También yo estaba en una encrucijada. En concreto, la rotonda del borrico Tomás. La mejilla me ardía en forma de mano. Le dije a la rubia:
—¡Era sólo un piropo!
Y me cruzó la cara de vuelta y vuelta. Después, se giró con la barbilla alta por la calleja del Tío Eusebio, tratando de que las piedras no le hicieran perder el equilibrio. Pero en fin, los tacones es lo que tienen. Al llegar a la altura del portón verde, se escalabró contra el suelo. Entre el polvo del sendero, su figura de mujer fatal había perdido toda elegancia.
—Perdón —le dije—, el autobús es p’al otro lao.



Seleccionado en el IV Maratón de Microrrelatos de Navacerrada (2015).

viernes, 23 de agosto de 2019

Flash corre mucho, pero no sé si aguantaría un año

Tengo que tener cuidado con los proyectos que se me ocurren en momentos de tiempo libre y alegría vital. Luego llegan los imprevistos y no estoy a la altura. Hace poco se me ocurrió una idea que me gustó bastante. Conllevaba un trabajo importante de edición digital. Ante el primer problema insinuado, me puse en guardia. Hay cosas de las que no debo depender.

Pensé entonces en una alternativa para hacer el mismo proyecto, pero sin tantísimos cabos por atar. ¿Había una forma de contar la misma historia con menos medios y en menos tiempo?

Sorprendentemente, sentí que la versión cutre del proyecto era más graciosa. Y sobre todo, sostenible.

jueves, 22 de agosto de 2019

Ilustración de QMEE Zelofán: Ejecutivos


En principio la animación de QMEE Zelofán es de tipo Flash, pero hay planos recurso que me son más fácil a mano. He aquí la primera fila de ejecutivos y accionistas de una empresa.

martes, 20 de agosto de 2019

Bocetos de QMEE Zelofán (4)



La Valqui.

Haré otro diseño más, esta me recuerda a la Mujer Pájaro de los memes.

lunes, 19 de agosto de 2019

Bocetos de QMEE Zelofán (3)



El prota.

Ya tocaba. En el modelo final es más chaparrete. La gracia de un presidente inspirador de masas es que no se parezca a Gates ni a Jobs. Y que parezca que no se lo merece.

domingo, 18 de agosto de 2019

Bocetos de QMEE Zelofán (2)



Los Hijos de Jinrai S.A.

Fueron los segundos en ser abocetados por el estilo tan caricaturesco que tienen de por sí, siendo tan malos como son. Tenía ganas de dibujar una figuras entunicada con los pelos muy altos. Y por supuesto, a su compañero.

sábado, 17 de agosto de 2019

Bocetos de QMEE Zelofán (1)


El Vicepresidente.

Fue el primero en ser abocetado porque tenía cara de cómico de los antiguos. Tan primero fue, que en lugar de aprovechar unas hojas de agenda como en los siguientes bocetos, empleé media página de un guion de Molière que ya no iba a utilizar.

viernes, 16 de agosto de 2019

Bosque quemado, flora nueva (2)


En la idea de la novela breve, no sé cómo, se me ocurrió el mismo final en dos puntos distintos. Lo imaginé en un sitio y a las pocas horas en otro.

El primer final daba el punto de partida de una nueva historia, de la que este relato había sido un mero prólogo.
El segundo final tenía más sentido en la teoría, pero no daba la misma emoción.
La mayor emoción del segundo era imaginármelo filmado en cierta locación.

Lo he dejado en barbecho para no supeditarlo a la fuerza a una emoción puntual de verano.

jueves, 15 de agosto de 2019

lunes, 12 de agosto de 2019

Bosque quemado, flora nueva

En cuanto publiqué en el blog los últimos microrrelatos que tenía en la recámara, se me ocurrió una posible idea de novela.

Ha sido como una fiebre. Uno de los micros menos potentes guardaba una espita que prendió ideas cercanas, y un bloque de piedra emergió de la marisma en medio de la noche.
Sobre todo... Sobre todo ha sido divertido. Ya no me importa que estos días no vaya a hacer aquella escapada vacacional. Estos días voy a necesitar una mesa para manchar de trazos negros el cuaderno.

domingo, 11 de agosto de 2019

sábado, 10 de agosto de 2019

[Microrrelato] Shining Duvall

—¡Corten, toma perfecta, se queda! —y Kubrick dejó encerrada a Shelly para que se quedase.


viernes, 9 de agosto de 2019

El último aullido de Yvonne

No hay cuento. Es que quería dejar registrado El último aullido de Yvonne, que es buen título.

jueves, 8 de agosto de 2019

Yojimbo / Por un puñado de dólares



Vista Yojimbo (A. Kurosawa), me animé a ver Por un puñado de dólares (S. Leone) para fijarme en las similitudes y diferencias. Ya las había visto hace años, pero sin la percepción que poseo ahora.
Me gustan por igual.

Yojimbo es una joya eterna. Tiene lo fascinante de ser la adaptación primerísima de la novela original. Adoro las películas en blanco y negro, porque como te muestran la pura señal de luminancia, se esfuerzan en preparar una iluminación más contrastada. Todo se ve con menos «sabor», pero con una muy superior textura y nitidez.

En cambio, lo que me más gusta de Por un puñado de dólares es cómo no es una copia sin esfuerzo, sino que aspiró a corregir en su guion las partes más flojas del original.
Un ejemplo: el gringo está encerrado y aprovecha los elementos con los que está preso para atacar a los guardias. ¡Qué listo! Puede no convencerte cómo aprovecha esos elementos, pero al menos no ha hecho como el de la japonesa, que nada más se mete en un arcón y los guardianes se van a buscarle dejando la puerta abierta.
Otro ejemplo: en Yojimbo, Sanjuro vuelve tras haber devuelto a la mujer secuestrada con su familia. Pero a la otra escena se delata porque el marido había vuelto para dejarle una nota de agradecimiento. Una nota con las letras bien grandes, que los malos leen. Ya te habías alegrado por la familia salvada, pero la torpeza del marido hace que el bueno reciba una paliza. Por su parte, Joe regresa de haber reunido a Marisol con su familia; pero los malos estaban esperando en el dormitorio, donde se supone que estaba durmiendo.
No son sorpresas gratuitas, sino reveses necesarios para que el protagonista siga estando en peligros imprevistos. Estos cambios le dan vida a la historia, apuntando a un virtuosismo aún mayor y permitiendo que incluso los que conozcan el filme de Kurosawa sientan un poco de emoción ante la incertidumbre. ¿O acaso Juego de tronos habría tenido emoción de haber sido una sitcom de los 80?

En cuanto a los finales, disfruté bastante más el de la nipona porque Back To The Future me estropeó el final de Por un puñado de dólares. Sabiendo la estratagema de «¡Dispárame al corazón!», se me hace bastante más catártica la batalla de espadas.
Además, se agradece que en la japonesa también aprenda una lección el muchacho de la primera secuencia. Te da que pensar. ¿Y si el objetivo ulterior de todo el revuelo de Yojimbo sirve para encauzar a ese joven a una vida decente?

Dos joyas únicas. Puestas en perspectiva, tan importante la una como la otra. Si pongo en la cabecera el remake, es puramente por la música de Ennio Morricone.

miércoles, 7 de agosto de 2019

Agosto cierra por las tardes

La biblioteca que más frecuento ha decidido cerrar por las tardes durante la temporada de baja afluencia de agosto.
Hace años tenía el horario de una biblioteca de pueblo pequeño. Podríamos decir que tenía horario de tienda; incluso cerraba a la hora de comer.
O sea, que las personas que nos concentramos mejor a horas menos asiduas vimos por unos años la ampliación de horarios como un derecho ganado. Creo que al menos así lo sintió el señor que hoy se quejaba en la entrada. Un sencillo hombre mayor con bastón que hablaba a todo el que le quisiera escuchar acerca de las injusticias que temía volver a experimentar.
Yo me sentía cansado cuando me iba, pero no por eso me pesa menos no haberme quedado a escuchar sus argumentos.

Una mamá le daba la razón sin comprometerse demasiado, en ese umbral donde sigues la corriente a alguien un rato para no cometer el desplante de marcharte sin más.
Otra mujer, acompañante de la nueva responsable del centro, le respondía que la concejala no estaba robando el dinero de nadie, sino trabajando por todos los vecinos.

Quizá aquel señor sí necesitaba que alguien le siguiera la corriente.
Cuando no hay más remedio que acortar servicios, la gente no necesariamente expone quejas como medio de forzar el regreso de su rutina. No al menos tanto como que escuchen y acepten la validez de su situación.

martes, 6 de agosto de 2019

No ha pasado un ángel

Sabes que con qué gente estás cuando después de horas de conversación nunca llega a producirse un silencio unánime.

Sabes con qué personas estás cuando se produce un silencio unánime y también se goza.

lunes, 5 de agosto de 2019

Exiliado

Imagina que te han exiliado de tu país. Jamás podrás volver. De vez en cuando coincides con algún compatriota, pero en general sólo puedes contar con tus nuevos vecinos. Y tus nuevos vecinos, con su mejor intención, son de lo más distraído.

Entonces comienzas a contar historias de tu cultura. Pero cada vez que mencionas algo ajeno a la cultura presente, hay quien se enfada, hay quien no entiende.

Unas veces intervienen para desviar la conversación a algo que sí conocen.
Otras, te dejan terminar de hablar, pero sus consiguientes preguntas dan vueltas al tema hasta que te quedas sin vocabulario. Tienes que hablar de algo parecido a lo que querías decir, por lo que ellos entienden algo parecido a lo que quieren entender.

Por lo menos disfrutan la charla.

domingo, 4 de agosto de 2019

Bilis

Momento duro. Tengo muchas cosas que escribir pero un bug mental convierte todo en basura prejuiciosa. Suelo distinguir entre prejuicio y reflexión, por eso no deseo publicarlo.

Por otro lado, lo mejor de todo me lo tengo que guardar para que las leyes de derechos de autor no jueguen en mi contra.

Cuando acaben las vacaciones de verano, retomaré el club de escritura.

sábado, 3 de agosto de 2019

Shak¡CRUNCH!speare

«Shakespeare escribió sus obras para ser vistas masticando con la boca abierta gusanitos de maíz de los que están al fondo de una bolsa de plástico.»

Firmado: las dos niñas que se sentaron detrás de mí en el teatro y que no comieron durante el receso pero sí durante las escenas del clímax.

viernes, 2 de agosto de 2019

Operro, el pastor de Alemania

Fui a una obra de teatro donde una línea del texto justificaba la presencia de un perro. Ahí estaba el pastor alemán; peludo, rellenito. A todos nos conquistó con su candor. De hecho, jugó en contra del resto del reparto, que a su lado tenía que esforzarse más para meternos en la tragedia.

En su primera intervención, el perro se dejó llevar a lo largo del escenario. Estaba acompañando a los demás sin mediar en el conflicto. Buen chico.

En su segunda intervención, hizo menos todavía. Seguramente salió porque si no lo hacía ahí, luego tendrían que darle un rodeo impresionante por las bambalinas y no querían dejarlo solo.

En su intervención final, arrancó el aplauso del público. Cuando quedaba un mero segundo para finalizar la obra, saltó a la cama de la Desdémona, se echó tan ricamente y se puso a lamer la cara de su amo. ¡El pobrecito había pasado tanto disgusto!

jueves, 1 de agosto de 2019

13, Rue de San Jerónimo

Muchos dicen que la serie Aquí no hay quien viva —y por consiguiente, el remake La que se avecina— proviene de 13, Rue del Percebe. Nunca he prestado demasiados oídos a esa teoría. Después de todo, las diferencias con tal cómic son demasiadas.

Francisco Ibáñez dibujaba en dichas historietas una serie de chistes autoconclusivos e intercambiables, hasta el punto de que hace algunos años, a la par que el recopilatorio integral, se editó Un libro como una casa, un desplegable del bloque de viviendas en el que cada viñeta —cada casa— consistía en un librito de bolsillo con los mejores momentos de dicha casa. Cada cual podía elegir qué chiste era el que quería tener de cara al exterior. Una ingeniosa idea que mezclaba el medio del cómic con lo estético de un buen diorama.
Aunque una ciudad entera se hubiera comprado ese libro desplegable, sería muy difícil que en alguna casa se repitiera la elección de viñetas expuestas. No existe una continuidad a la que aferrarse, salvo quizá la del científico que se mudó para ceder el sitio a un sastre.

En cambio, las series arriba mencionadas centran su humor en la interacción de los distintos vecinos. Por mucho que las cortinillas de entrada parezcan hacer alusión a 13, Rue del Percebe, es una similitud superficial. Y además, Ibáñez ya había visto una idea similar en el cómic francobelga, por lo que tampoco merece la pena obsesionarse en hilar semejanzas.

A lo que de verdad se parece Aquí no hay quien viva es a la película La comunidad (Álex de la Iglesia, 2000). Pienso en esa película como un reflejo negativo del mismo universo. Dos rostros en común —Mariví Bilbao y el recientemente fallecido Eduardo Gómez— nos dan el punto de ancla. La diferencia es el tono de humor. El filme recompensa a quien conoce viejas marcas de identidad, mientras que las dos series tratan de acercarse todo lo posible a un público que ni siquiera tiene por qué haber visto nada antes.